POR LA CALZADA
No quisiera recordar
esta triste realidad,
que en esta hermosa ciudad,
viven niños sin hogar.
Días tristes y muy ingratos
se ven niños por la calzada
caminando sin zapatos,
llorando sin haber comido.
Pobres niños
que tiritan al despertar
en la loza sucia y fría,
muy cansados de llorar
sin hogar y sin familias.
Ahora sólo tengo que pedir,
amor y mucho cariño
a Dios, el milagro de verlos sonreír,
y que nunca vuelvan a sufrir.
No quisiera recordar,
yo me siento confundido,
sólo tengo que llorar,
por los niños oprimidos.
miércoles, 2 de julio de 2008
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